El actor Barry Tubb, quien interpretó a Wolfman en la exitosa película «Top Gun» de 1986, ha presentado una demanda contra Paramount Pictures, la productora y distribuidora de la saga, por el uso no autorizado de su imagen en la secuela «Top Gun: Maverick» de 2022.
Según los documentos legales, obtenidos por TMZ, Tubb alega que el término «secuela» nunca se mencionó o contempló en su contrato original, por lo que la compañía no tenía derecho a utilizar su fotografía en la nueva entrega, protagonizada por Tom Cruise.
La escena en disputa es en la que dos de los personajes de la secuela, Hangman (interpretado por Glen Powell) y Coyote (Greg Tarzan Davis), descubren que Rooster Bradshaw (Miles Teller) es el hijo superviviente de Goose, el mejor amigo de Maverick. Rooster señala la fotografía de la clase de Top Gun del 86 que cuelga detrás de él, y cuando la cámara se acerca, se ve a Wolfman sentado junto a Goose, Iceman y Maverick.
Tubb asegura que Paramount nunca se comunicó con él para consultarle sobre ese pequeño cameo, además de que no ha recibido ni un centavo por él. Por eso, pide una indemnización no especificada, pero que se presume podría tratarse de una cifra de varios ceros, teniendo en cuenta que la película ha recaudado casi 1.500 millones de dólares, convirtiéndose en la sexta película más taquillera de todos los tiempos.
Paramount Pictures no ha emitido ningún comentario al respecto, pero se espera que la demanda se resuelva en los tribunales. Mientras tanto, los fans de «Top Gun» esperan con ansias la tercera parte de la saga, que según Cruise, ya está en desarrollo.
