El pasado fin de semana comenzó a circular en redes sociales un video de María del Refugio “Cuquita” Abarca, viuda de Vicente Fernández, que desató todo tipo de comentarios. En las imágenes se le veía dando un beso a un hombre, lo que generó rumores sobre la posibilidad de que hubiera decidido rehacer su vida sentimental.
La polémica fue creciendo debido a que Cuquita, desde la muerte del “Charro de Huentitán” en diciembre de 2021, ha mantenido un perfil reservado, dedicado principalmente a su familia y a preservar el legado artístico de su esposo. Por ello, la grabación sorprendió y rápidamente se convirtió en tema de conversación en programas de espectáculos y redes sociales.
Sin embargo, poco después se aclaró la situación: el hombre con el que aparece en el video es en realidad Javier, consanguíneo de Cuquita, con quien mantiene una relación muy cercana y le tiene gran cariño. La escena, ocurrida en un concierto de su hijo Alejandro Fernández, fue simplemente un gesto de afecto entre dos seres queridos.
Ante los reporteros que lo cuestionaron sobre el tema, Alejandro Fernández reaccionó con humor e ironía. “¡Ojalá! Y que sea bien billetudo”, comentó entre risas cuando le preguntaron si su madre podría tener una nueva pareja. Acto seguido, recalcó: “Es mi tío, es el hermano mayor de mi mamá. Es como su papá.”
El artista fue visto acompañado de su novia, Karla Laveaga, a la salida de un exclusivo restaurante en Los Ángeles, California. Al percatarse de la presencia de algunos reporteros, el intérprete de “Me dediqué a perderte” se mostró accesible, los saludó con amabilidad y respondió de manera relajada a las preguntas sobre su vida y proyectos profesionales.
Sobre su carrera, Alejandro confirmó que está preparando algunos proyectos: “Sí, nueva música”, adelantó sin dar mayores detalles, pero dejando claro que pronto sorprenderá a sus seguidores con material inédito.
Al finalizar la cápsula transmitida en televisión, los conductores de Ventaneando destacaron la sencillez y naturalidad del cantante, destacando que no dudó en pedir lo que sobró de su cena para llevar. Un gesto que, sumado a su buen humor al hablar de las especulaciones en torno a su madre, reforzó la imagen cercana que mantiene con su público.