El desfile de la última colección de Karl Lagerfeld para Chanel comenzó el martes con un minuto de silencio por el diseñador, cuando amigos y colaboradores recordaron a quien fue la fuerza creativa de la casa francesa de alta costura por 35 años.
Concebido antes de la muerte de Lagerfeld a fines de febrero, a sus 85 años, el desfile transformó la pasarela en un cuadro invernal maravilloso, con chalets de madera y chimeneas humeantes, coronando la reputación de Lagerfeld como el máximo talento del espectáculo de la moda.
La actriz Penélope Cruz, una de los rostros de Chanel, recorrió la pasarela nevada en un vestido blanco con plumas, mientras que Cara Delevinge, con los ojos llorosos, desfiló junto con otras modelos al cierre del show tras abrir el evento.
Los invitados también escucharon del mismo “Kaiser Karl” el relato de cómo obtuvo por primera vez el trabajo en Chanel en 1983 a través de altoparlantes colocados en el hall de exhibiciones del Grand Palais.
“Cuando me preguntaron por segunda vez, acepté porque todos me decían que no lo hiciera, que no funcionaría”, dijo una grabación de la voz del diseñador alemán, hablando en francés. “Es la primera vez que una marca logró estar de moda de nuevo, convertirse en algo deseable”.
A Lagerfeld, que también presentó colecciones para su propia marca y para la italiana Fendi, se le atribuye la transformación de Chanel en un gigante de la industria del lujo, con ventas anuales de 10.000 millones de dólares durante su gestión, y por inyectar nueva vida a la casa de costura de Coco Chanel.
Sus giros creativos sobre los famosos trajes de tweed de la marca, temporada tras temporada, se hicieron de seguidoras fieles. La colección del martes incluyó estilos en rosa chicle, faldas de lana y cómodas botas de nieve.