Una jueza estadounidense desestimó una demanda que busca que el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York devuelva una obra de Pablo Picasso que un hombre de negocios judío alemán supuestamente se vio obligado a vender a bajo precio para poder escapar de la persecución de los nazis y el fascismo.
La jueza de distrito Loretta Preska dijo el miércoles que la bisnieta de Paul Leffmann, quien fuera dueño de “The Actor”, no podía demostrar bajo las leyes de Nueva York que la pintura se vendió bajo “coacción”, lo que justificaría el regreso a su familia.
Laurel Zuckerman, que supervisa el patrimonio de Alice, la esposa de Leffmann, también buscaba un pago por más de 100 millones de dólares en daños y perjuicios por “The Actor”, del periodo rosa de Picasso en 1904 y 1905.
La demanda es una de las muchas que buscan lograr la devolución de arte robado o vendido después de que Adolf Hitler tomó el poder en Alemania en 1933.
Sostiene que los Leffman huyeron de Alemania hacia Italia en 1937 y al año siguiente Paul Leffmann vendió “The Actor” a dos marchantes de arte por 12.000 dólares para pagar el escape a Suiza del régimen fascista de Benito Mussolini, un aliado de Hitler.
El Met adquirió “The Actor” en 1952, pero no supo que era propiedad de Leffmann hasta 2011, tras décadas de catalogación incorrecta, de acuerdo a la demanda.
Zuckerman dijo que las circunstancias de la venta de 1938 significan que su familia nunca perdió el título. El Met dijo entender la difícil situación de los Leffman, pero sostuvo que Paul Leffmann vendió “The Actor” a un precio justo y no a causa de la persecución.
Preska concluyó que la transacción de 1938 “ocurrió entre particulares, no bajo el mando de los gobiernos fascista o nazi”, y no a causa de una “amenaza injusta” por parte de los compradores que obligara a Leffmann a acceder al negocio.