Sean “Diddy” Combs, ícono del hip hop y magnate musical, enfrenta una acción disciplinaria en la prisión federal FCI Fort Dix en Nueva Jersey, tras realizar una llamada telefónica no autorizada que viola las normas del centro penitenciario. Según documentos obtenidos por CBS News y reportes de TMZ, el incidente ocurrió el 3 de noviembre de 2025, durante sus primeras semanas de reclusión, cuando el artista participó en una llamada de tres vías para discutir la emisión de un comunicado a The New York Times, práctica estrictamente prohibida por el reglamento carcelario debido a preocupaciones de seguridad.
La llamada, en la que Diddy habló con una representante legal y un asociado no identificado, también incluyó discusiones sobre visitas de familiares y la sugerencia de llevar “200 billetes de un dólar” para máquinas expendedoras —lo cual es permitido en monedas, pero no en efectivo—. Funcionarios del penal detectaron la violación y recomendaron sanciones específicas: la suspensión de privilegios telefónicos y de comedor por 90 días cada uno, según los documentos del 4 de noviembre. Aunque Diddy alegó desconocer las reglas sobre llamadas de terceros, las autoridades no eximieron la penalidad.
Hasta el momento, no se ha emitido un comunicado oficial por parte del Buró Federal de Prisiones, pero fuentes indican que el caso está en revisión final.
Diddy, de 55 años, fue trasladado a FCI Fort Dix el 30 de octubre de 2025, tras ser sentenciado el 3 de octubre a 50 meses (cuatro años y dos meses) de prisión por dos cargos federales de transporte de personas con fines de prostitución, en violación de la Ley Mann, específicamente por cruzar fronteras estatales con acompañantes masculinos contratados para servicios sexuales.
El juicio, presidido por el juez Arun Subramanian, concluyó en julio de 2025 con pruebas documentales y testimonios que vincularon al artista con una red de transporte para prostitución, aunque fue absuelto de cargos más graves como tráfico sexual y conspiración para racketeering, que podrían haberle valido cadena perpetua.
La defensa solicitó que el cumplimiento de la condena fuera en Fort Dix, un centro de baja seguridad con programas de rehabilitación como el Programa Residencial de Tratamiento para el Abuso de Drogas (RDAP), que podría reducir su sentencia si lo completa con éxito, y que permite visitas familiares frecuentes. Además, fue multado con 500.000 dólares y ordenado a cinco años de libertad supervisada.
Desde su ingreso, Diddy ha sido inscrito en el RDAP y asignado como asistente del capellán en la capilla del penal —uno de los trabajos más codiciados por su flexibilidad y menor exposición a riesgos—, en lugar de labores en lavandería. Su portavoz, Juda Engelmayer, negó las acusaciones iniciales y pidió respeto por su proceso de adaptación, aunque reportes recientes también mencionan alegaciones de posesión de “hooch” (vino casero de prisión), que su equipo ha desmentido. Estos incidentes han generado atención mediática constante, con fuentes internas describiendo a Diddy como alguien que “aún actúa como si estuviera a cargo”, contrastando con su expresión de remordimiento en el juicio, donde se describió como “avergonzado y enfermo” por sus acciones.
Sean Combs, también conocido como Puff Daddy, P. Diddy y Diddy, es uno de los empresarios más influyentes del entretenimiento. Fundador de Bad Boy Records, lanzó las carreras de artistas como The Notorious B.I.G., Faith Evans y Mase. Su álbum debut “No Way Out” (1997) ganó el Grammy a Mejor Álbum de Rap y vendió más de siete millones de copias. Además de su carrera musical, ha incursionado en la moda con la marca Sean John, en la televisión con el reality “Making the Band” y en la producción de eventos como los MTV VMAs.
La fortuna de Diddy ha sido estimada en 400 millones de dólares según reportes recientes de Forbes y Celebrity Net Worth, una caída significativa desde estimaciones previas de casi mil millones debido a demandas civiles, pérdida de partnerships como con Diageo (Cîroc) y ventas de activos para cubrir gastos legales. Su legado empresarial incluye inversiones en bebidas, medios digitales como Revolt TV (vendida en 2024) y bienes raíces, aunque estos han sido revisados tras las acusaciones.









