Colima.- Entre los platillos colimenses más gustados y representativos están los sopes: los hay gordos y de cazuelita, blanditos o bien dorados, pueden llevar carne molida, lomo y hasta pata.
Principalmente se conocen dos estilos en Colima: los clásicos, pequeñas tortillas tostadas cubiertas con carne molida y bañadas en un jugo especial; y los sopes gordos, de mayor tamaño y que pueden ser de pata, lomo o pollo.
Uno de los elementos más importantes para su preparación es la tortilla de maíz que tienen como base.
Para la señora Pola Medina, quien vende sopes y tortillas en el Mercado Francisco Villa, de la ciudad de Colima, la clave del sabor está en la calidad de la masa.
«Que no tenga ningun derivado, y bien amasada, que quede muy flácida, para que a la hora de manejarla tenga el proceso de cocimiento».
Algunas veces los sopitos, y siempre los sopes gordos, tienen el borde pellizcado, dándole forma como de cazuelita para conservar mejor los ingredientes en el interior.
Y que mejor lugar para descubrir los secretos gastronómicos detrás de la preparación de unos buenos sopes, que la Cenaduría Mercedes, con más de 40 años de tradición en Villa de Álvarez.
Los sopes de la señora Mercedes Llerenas son toda una institución en el estado, y en este lugar, venden varios cientos al día, al gusto de los comensales.
Parte de su éxito es la preparación tradicional de la carne molida.
«La carne se compra, se hace bolas, se coce durante hora y media con sus olores, ya se estila y se muele, tenemos un metate antiguo que ahí se le pone una bolsa y se muele».
Para preparar los sopitos se fríe la tortilla, se le pone encima la carne molida, col, queso y jugo de jitomate calientito, esta especie de salsa es clave para el sabor que toman, se le pone también lechuga y rábanos como acompañantes.
Los sopes gordos llevan además una base de frijoles y la carne que cada persona elige, los más famosos son los de costilla de puerco.
Después llegan hasta la mesa y a disfrutar de este platillo con sabor a Colima.
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