Conmovido y profundamente reflexivo, Ferdinando Valencia compartió la noticia de que él y su esposa, Brenda Kellerman, están esperando un nuevo bebé. Lo hicieron justo el día en que se cumplía otro aniversario luctuoso de su hijo Dante, quien falleció en agosto de 2019 a los tres meses de edad, víctima de una meningitis bacteriana que marcó para siempre a la familia. La coincidencia de fechas, lejos de ser dolorosa, fue interpretada por el actor como un gesto espiritual lleno de significado.
“No tiene una explicación, no sé dónde esté, yo no la encuentro”, expresó Valencia en entrevista para el programa Hoy. “Cuando me quedo en esta posición donde no entiendo nada, lo único que me queda por ver y por reconocer es que la mano de Dios está ahí atrás, que el universo nos está… sonriendo por el tiempo que nos quiera sonreír”, dijo con la voz entrecortada, dejando ver que este nuevo embarazo llega como una luz en medio de la memoria de una pérdida irreparable.
Ferdinando, quien ha sido transparente sobre su proceso de duelo, aseguró que seguirá compartiendo los momentos más importantes de esta nueva espera. “Hay cosas más allá que no pude transmitir en este video que voy a seguir transmitiendo, que es cómo se lo contamos a nuestras familias, cómo lo vivieron, porque cada uno de ellos vivió este proceso también, ¿saben? Mis padres, mi hermana, mis hijos”, comentó, reconociendo que esta noticia también ha sido sanadora para su entorno cercano.
En medio de la emoción, el actor reveló un dato que considera insólito: la fecha estimada para el nacimiento del bebé. “Me arroja el 15 de abril, que es el día de mi cumpleaños, es como toda esa energía que me dice: ‘¿Qué no entiendes que esto es más grande?, que ni siquiera se trata de ti, que esto es algo que necesitas’”, reflexionó. Para él, esta coincidencia no es casualidad, sino parte de un mensaje espiritual que lo reconecta con la esperanza.
Brenda y Ferdinando ya son padres de Tadeo, el hermano gemelo de Dante, quien ha crecido rodeado de amor y resiliencia. Desde la pérdida de su niño, la pareja ha compartido públicamente su proceso de sanación, convirtiéndose en una voz empática para otras familias que han atravesado duelos similares.
Con esta nueva etapa, Valencia reafirma su fe, su amor por la familia y su convicción de que, incluso en medio del dolor, la vida puede volver a florecer. “Esto es más grande”, concluye, con la certeza de que el universo, una vez más, les ha regalado una señal de luz.









