Según trascendió en los medios, Camilo Sesto dejó estipulado en su testamento que deseaba que a su muerte sus cenizas fueran colocadas en la ciudad de Alcoy en el mausoleo de familia o bien esparcidas en los ríos cercanos a la localidad. Sin embargo, el heredero de la fortuna del intérprete, Camilo Blanes, está encontrando dificultades para cumplir el cometido de su padre.
Por una parte, el mausoleo ya fue vendido en 2017 por el hermano del cantante, Pepe Blanes, lo que en su momento causó una gran molestia al compositor, quien para resguardar las cenizas de sus padres tuvo que colocarlas en un cementerio de Alcoy.
A su vez, esparcir las cenizas en un río está prohibido por la ley española que lo considera un delito grave contra el medio ambiente y que tiene elevadas multas económicas. Se sabe que las autoridades de la localidad han ofrecido al único hijo de Camilo Sesto crear un nuevo mausoleo, pero siempre y cuando el joven asuma la totalidad de los gastos que generen la construcción del lugar. No obstante, hasta el momento los abogados del heredero universal de Camilo no han dado respuesta.
Por el momento solo se sabe que el 24 de octubre se colocará una capilla en la ciudad que vio nacer al compositor y ahí serán colocadas sus cenizas para rendirle un homenaje.
Mientras tanto, los restos del cantante ya se encuentran en posesión de su hijo después de pasar varias semanas abandonadas en un anfiteatro de Madrid.