La policía iraní ha arrestado a ocho personas como parte de una nueva campaña contra lo que considera como «actos anti islámicos» en internet, como modelos femeninas que ha publicado fotos de ellas sin el cabello cubierto, informó la prensa oficial el lunes. La campaña es parte de una amplia lucha cultural en la República Islámica sobre el futuro del país.
Los arrestos ocurrieron luego de detenciones de artistas, poetas, periodistas y activistas, en momentos en que el gobierno del presidente, el moderado Hassan Rouhani, aseguró un histórico acuerdo nuclear con las potencias mundiales.
Los arrestos y las duras sentencias enviaron la señal de que los extremistas presentes en la policía y el poder judicial —incapaces de frenar el acuerdo nuclear y que temen que normas sociales más permisivas debiliten a la República Islámica— aún tienen poder en el país.
La televisora oficial dijo que el más reciente operativo, llamado Araña II, tuvo en la mira a usuarios de la aplicación para compartir fotos, Instagram, propiedad de Facebook.
El reporte televisado incluyó imágenes de la modelo Elham Arab, conocida por sus retratos en vestidos de novia, mientras hablaba ante el fiscal de Teherán, Abbas Jafari Dowlatabadi, en un salón de conferencias, con su pelo rubio cubierto con un chador negro.
«A toda la gente le gusta la belleza y fama», dijo Arab. «Quieren ser vistos, pero es importante conocer el precio que tienen que pagar para ser vistos».
El reporte no especificó los cargos que enfrenta, ni identificó a los otros siete detenidos. Sin embargo, sí indicaba que la policía había identificado a unas 170 personas que por su actividad en redes sociales participaban en el modelaje, entre ellos 58 modelos, 59 fotógrafos y maquillistas.
Agregó que quienes fueron identificados debieron cerrar sus negocios, así como sus páginas en Instagram y Facebook.
Un operativo similar previo tuvo en la mira a la «pornografía y el insulto a la santidad islámica», dijeron funcionarios.
En años recientes, las mujeres iraníes han utilizado un velo suelto sobre sus cabezas, lo que ha generado ira entre los conservadores de la República Islámica. El jefe de la policía de Teherán, Hossein Sajedini, anunció en abril que su departamento desplegó a 7.000 agentes hombres y mujeres para que una nueva división de vestimenta civil controlara el código de vestir islámico impuesto por el gobierno.