El pasado sábado, el alpinista extremo Dean Potter falleció, junto con un compañero, realizando un salto base. Fueron encontrados en el Punto De Taft, del Parque Nacional de Yosemite (a una altura de 2’29 kilómetros), según el diario Washington Post. Los paracaídas no llegaron a abrirse.
El salto base es una práctica extrema consistente en lanzarse desde un punto situado a gran altura, esperando al último momento para activar el paracaídas.
Potter llevaba escalando desde los dieciséis años en la colina Joe English, de 0’36 km, en su ciudad natal (New Boston, Texas). Para el comienzo de la década de los 2000, ya se había convertido en uno de los alpinistas más destacados a nivel internacional, ganando varios récords en el estilo «speed solo»: escalada de rutas peligrosas y sin la ayuda de una cuerda. Hablaba de este método como un estilo único y sin normas.
En los últimos años, ha practicado el salto base ‘wingsuit’, que utiliza un traje de tela con el objetivo de ralentizar el descenso y, por tanto, el momento de apertura del paracaídas. De hecho, el año pasado se hizo viral un vídeo de Potter realizando esta práctica junto a su perro. Afirmaba que, últimamente, pensaba en sí mismo más como un pájaro que como una persona.