EEUU.- El cine de los años noventa perdió a uno de sus rostros más reconocibles con el fallecimiento del actor estadounidense Peter Greene, recordado por sus interpretaciones de Zed en Pulp Fiction y de Dorian Tyrell en La Máscara. El intérprete fue encontrado muerto en su apartamento del Lower East Side de Nueva York el viernes 12 de diciembre de 2025, a los 60 años.

De acuerdo con los reportes, Greene fue hallado sin vida en su residencia de Clinton Street alrededor de las 3:25 de la tarde, tras una revisión de bienestar solicitada por vecinos que alertaron sobre música que había sonado de manera continua durante más de 24 horas. Al arribar al lugar, los servicios de emergencia confirmaron que ya no presentaba signos vitales y fue declarado muerto en el sitio. La noticia fue confirmada por su representante, Gregg Edwards.

Hasta el momento, no se ha dado a conocer la causa oficial del fallecimiento. La oficina del médico forense de Nueva York realizará la autopsia correspondiente, y las autoridades señalaron que no existen indicios de actividad criminal.

Nacido el 8 de octubre de 1965 en Montclair, Nueva Jersey, Peter Greene inició su carrera en el teatro antes de incorporarse al cine a principios de la década de 1990. Alcanzó notoriedad internacional en 1994 con Pulp Fiction, bajo la dirección de Quentin Tarantino, y ese mismo año consolidó su imagen como antagonista en La Máscara, protagonizada por Jim Carrey. También participó en The Usual Suspects (1995), entre otros títulos del cine criminal.

A lo largo de su trayectoria, Greene acumuló más de 90 participaciones en películas y series de televisión, colaborando con directores como Quentin Tarantino y Bryan Singer. Entre sus trabajos más recientes se encontraban la película Mascots, junto a Mickey Rourke, y la narración del documental From the American People: The Withdrawal of USAID.

En el ámbito personal, el actor habló en diversas ocasiones sobre su lucha contra las adicciones en los años noventa, etapa que logró superar en gran medida. No se habían reportado problemas de salud graves en fechas recientes, aunque su representante mencionó que tenía previsto someterse a una intervención para retirar un tumor benigno cerca de los pulmones.

Peter Greene deja un legado marcado por su habilidad para interpretar personajes intensos y perturbadores, que lo convirtieron en uno de los villanos más memorables del cine de los noventa. Su fallecimiento representa la despedida de un actor que supo imprimir carácter y presencia a una generación de películas que definieron una época.