Con el paso de los días, sigue dándose a conocer más información sobre Pablo Lyle, quien se encuentra en arresto domiciliario en Miami luego de golpear en la cabeza a Juan Ricardo Hernández, hombre cubano de la tercera edad que falleció cuatro días después de un derrame cerebral.
A pesar de que muchas personalidades del medio artístico han salido en defensa del actor, una persona cercana a él reveló a una publicación que padece arranques de ira cada que se siente amenazado; no obstante, en estos momentos se encuentra hundido en una gran depresión, pues no actuó con dolo contra el hombre de más de 60 años.
“Es un actor cumplido y sociable con sus compañeros actores y con la gente con la que trabaja, sin embargo, cuando algo no le gusta, se le sale el diablo y tiene sus arranques de ira; suele ser un poco prepotente, pero cuando se da cuenta de que hizo mal, pide disculpas y trata de arreglarlo inmediatamente. Supe que una vez correteó a un paparazzi porque no le pareció que le tomara fotos en un parque, pero solo trataba de que no dañaran su integridad ni la de su familia. Pablo es muy dulce con su familia y haría cualquier cosa para defenderlos y protegerlos”, relató la fuente.
Sobre cómo ha tomado la familia de Pablo esta lamentable noticia, la persona explicó: “es una verdadera tragedia para toda la familia, pues él no es un mal tipo, solo tiene el problema de no saber controlar su ira. Si hubiera tratado esto desde hace muchos años, lo que pasó en Miami se habría evitado. Ahorita se encuentran destrozados y esperando que la ola de agresiones en su contra, se detengan”.
Conjuntamente, la fuente aseguró que Pablo se encuentra muy triste por los comentarios que han surgido en redes sociales luego de exponerse su caso. “Pablo empezó a ser muy atacado, no dejan de escribirle que es un criminal y un asesino. Está muy mal, muy triste y deprimido; se la pasa llorando por todo lo que está pasando, sobre todo porque podría ir a la cárcel por 15 años o ser condenado a cadena perpetua. Eso no lo deja ni comer ni dormir, pero aún tiene la esperanza de que se demuestre que todo fue un accidente”.
Aunado a esto, el histrión también se encuentra preocupado por su integridad y la de toda su familia. “Pablo ha recibido gran cantidad de agresiones e insultos, incluso amenazas de muerte; la gente no entiende que todo fue un accidente y que él no quería hacerle daño al señor… lo están crucificando sin saber su versión de los hechos; sus abogados le solicitaron al juez seguridad extra para Pablo y su familia, quieren evitar cualquier incidente con la comunidad cubana”.
Al respecto de lo que planean los abogados del artista, la persona relató: “El caso está muy complicado por los videos que presentaron los testigos, pero ahí se ve otra cosa distinta a lo que pasó. Créeme que por su problema reaccionó así; además, como se sabe que lleva practicando artes marciales mixtas desde hace cuatro años, precisamente para sacar su enojo o estrés, podría ser considerado como un arma blanca. Los abogados lucharán para que la condena sea lo menos dura posible, pues saben que actuó irracionalmente, pero nunca con dolo. Es claro que la familia del señor ya declaró que quiere que se ejerza todo el peso de la ley en su contra”.
Hasta este momento, el panorama no pinta nada bien para Pablo Lyle, pero será hasta el próximo 1 de mayo cuando las autoridades dictaminen una sentencia o la resolución del terrible caso.