La familia de Diane Keaton, la legendaria actriz ganadora del Oscar conocida por sus inolvidables interpretaciones en Annie Hall, El padrino y Something’s Gotta Give, confirmó este jueves 16 de octubre que la estrella falleció el sábado 11 de octubre de 2025 en su residencia de Brentwood, California, a los 79 años. La causa oficial de su muerte fue neumonía, según el comunicado difundido por la familia a través de medios como People y The Hollywood Reporter.
En un emotivo mensaje replicado en redes sociales, la familia de Keaton expresó su dolor y gratitud: “Es con el corazón roto que confirmamos el fallecimiento de nuestra querida Diane el 11 de octubre de 2025, a causa de neumonía. Su partida fue pacífica, en su hogar rodeada de amor. Diane era un espíritu libre, una madre devota y una defensora apasionada de causas que le importaban profundamente. Amaba a sus animales por encima de todo y apoyaba firmemente a la comunidad sin hogar. Agradecemos de corazón los mensajes de amor y apoyo recibidos en estos días difíciles. En lugar de flores, honren su memoria con donaciones a bancos de alimentos locales o refugios de animales. Pedimos privacidad mientras navegamos este duelo. Con gratitud, la familia Keaton”.
Por otra parte una fuente cercana reveló a People que Keaton había puesto a la venta su “casa de ensueño” en Los Ángeles por 29 millones de dólares en marzo de 2025, una decisión que sorprendió a sus amigos, ya que planeaba vivir allí permanentemente. Además, había reducido sus paseos diarios con sus perros, lo que indicaba un cambio notable en su rutina.
Amigos íntimos compartieron detalles conmovedores sobre sus últimos días. Carole Bayer Sager, compositora y confidente de Keaton, contó a People que la vio “dos o tres semanas antes de su muerte” y quedó impactada: “Estaba muy delgada. Había perdido muchísimo peso. Tuvo que ir a Palm Springs porque su casa sufrió daños por los incendios forestales de enero, y cuando regresó, me quedé atónita”.
Otro allegado, citado por Page Six, señaló que “su declive fue muy repentino, y ni siquiera sus amigos de toda la vida estaban completamente al tanto de lo que sucedía”.
Keaton, quien en su juventud superó bulimia –una adicción que describió en 2014 a Dr. Oz como “mi naturaleza adictiva, siempre en recuperación”– y cáncer de piel basal a los 21 años, no tenía enfermedades crónicas confirmadas recientemente, pero su neumonía se desarrolló de manera agresiva, derivando en complicaciones respiratorias fatales.
Registros públicos indican que el Departamento de Bomberos de Los Ángeles (LAFD) respondió a una llamada de emergencia a las 8:08 a.m. del 11 de octubre en la residencia de Keaton en Brentwood, transportando a una persona al hospital local. Una grabación del 911 obtenida por TMZ reveló reportes de una “persona caída”, pero no se detallaron intervenciones médicas previas ni hospitalizaciones prolongadas, sugiriendo que el deceso ocurrió en un entorno familiar e íntimo, rodeada de sus hijos adoptivos, Duke y Dexter, y sus queridos golden retrievers.
Nacida el 5 de enero de 1946 en Santa Ana, California, como Diane Hall, Keaton revolucionó el cine con su versatilidad: de la neurótica Annie Hall (por la que ganó el Oscar en 1978) a la matriarca Kay Adams-Corleone en la trilogía de El padrino (1972-1990). Colaboró en ocho películas con Woody Allen, incluyendo Sleeper (1973) y Manhattan (1979), y brilló en comedias como El padre de la novia (1991) junto a Steve Martin. Su cuarta nominación al Oscar llegó por Something’s Gotta Give (2003), consolidándola como reina de las comedias románticas maduras.
Fuera de la pantalla, Keaton era fotógrafa apasionada, escritora de memorias como Then Again (2011) –donde reflexionaba sobre su madre, fallecida en 2008 por Alzheimer– y activista por el Alzheimer y la adopción.
Su legado, que abarca más de 60 filmes, sigue inspirando. Como dijo una reseña de The New York Times sobre Annie Hall: “Diane Keaton es la actriz consumada de nuestra generación”. Hollywood y el mundo la despiden con gratitud por una vida dedicada al arte, la vulnerabilidad y la generosidad.