Pablo Lyle ha vuelto a acaparar los titulares de la prensa a poco más de dos años de cumplir prisión preventiva en Miami, Florida, donde espera ser juzgado por causar la muerte de un hombre de origen cubano durante un incidente vial en esa ciudad.
A pesar de que su esposa Ana Araujo se había mostrado incondicional con él, en las últimas semanas la historia dio un giro radical, luego de que fuera captada en plena cita romántica con el exfutbolista Marc Crosasm en un antro de la Ciudad de México.
Ante este escenario, ahora una publicación asegura que Pablo ya está enterado de todo, pero se niega a darle a su esposa el divorcio, aun cuando ya lo abandonó y le pidió separarse en los mejores términos.
Sin embargo, la revista refiere que la decisión de Ana no fue de la noche a la mañana, sino que fue una respuesta a los desplantes y groserías que Lyle tuvo con ella, a raíz de que la jueza no le permitió quitar la fianza y el geolocalizador.
Pero ahí no paró todo, pues el actor habló con su esposa para decirle que rehiciera su vida porque está seguro de que terminará en la cárcel; no obstante, al parecer más tarde cambió de opinión porque sus abogados le dijeron que no era conveniente separarse en estos momentos ya que afectarían mucho la decisión del juicio y con esto, podría perderlo.
Sin embargo, para Araujo ya no habría vuelta de hoja, y desearía quedar totalmente separada de Pablo porque está muy enamorada de Marc, refiere el medio de comunicación.
“A él lo conoció por amistades en común. Primero se vieron como amigos, pero algo fue surgiendo entre ellos y por eso Ana quiso ser sincera con Pablo, decirle lo que pasaba y que lo sentía mucho, pero que quería el divorcio para hacer las cosas bien”, contó la fuente a la revista.
Sobre la respuesta de Pablo, relató: “Se puso como loco cuando ella le dijo que quería separarse, pero del enojo pasó al llanto; le rogó que por favor no lo dejara, pero ella le dijo que ya había tomado la decisión. Pablo le dijo que no le daría el divorcio y que pensara bien lo que hacía, pues con el paso de los años, todos le iban a reclamar el por qué lo dejó en un momento tan difícil”.
Finalmente, la persona manifestó que por ahora no cree que pueda existir una reconciliación entre los todavía esposos. “Todo puede pasar, pero hoy por hoy, Ana está ilusionada con este nuevo hombre y ya no quiere estar al lado de Pablo”, concluyó.