El conductor Mauricio Barcelata atraviesa un proceso de divorcio marcado por tensiones legales y personales con su aún esposa, María José Suárez. Según información de TVNotas, la separación se ha convertido en una batalla judicial en la que Suárez solicita el 60% del ingreso de Barcelata como pensión alimenticia, la custodia total de sus hijos y quedarse con la casa familiar.
De acuerdo con fuentes cercanas a la pareja, el conflicto se intensificó tras rumores de una infidelidad de Suárez. “Todos dicen que ella tiene una relación con su entrenador de gimnasio. Además de ayudarla a grabar videos para sus plataformas, es muy común verlos juntos cuando toman café y pasean por el rumbo del gimnasio”, se afirma en la publicación. Asimismo, se indicó que Barcelata tendría en su poder mensajes, llamadas y pruebas que podrían influir en el juicio.
La situación ha afectado directamente a los hijos de la pareja, quienes, conforme a lo declarado, padecen acoso escolar. “Me dijo que los niños sufren bullying en la escuela por las imágenes tan subidas de tono que comparte Majo en sus redes sociales”, se detalla en el artículo. Incluso se menciona que los menores han vivido episodios de pesadillas, lo que ha llevado a Barcelata a buscar apoyo psicológico para ellos.
El medio indicó que durante una de las audiencias más recientes, celebrada el 18 de septiembre, Suárez exigió la entrega de comprobantes de nómina para sustentar su petición de pensión. Además, lo acusó de violencia psicoemocional, económica y vicaria, señalamientos que Barcelata niega rotundamente. “Los que conocemos a Mauricio sabemos que daría lo que fuera para que sus hijos estén bien”, se cita en la nota.
El conductor, quien actualmente forma parte del programa “Venga la Alegría”, ha solicitado la custodia compartida y busca un acuerdo justo. También se menciona que posee videograbaciones donde se observa a Suárez llevándose documentos, joyas y otros objetos de su domicilio, lo que podría presentar como evidencia en futuras audiencias.
La historia de amor entre Barcelata y Suárez comenzó hace más de una década, cuando se conocieron en un evento en Acapulco. Tienen dos descendientes y compartieron proyectos en televisión antes de que su vínculo se deteriorara. El proceso legal sigue abierto, y se espera que las próximas audiencias definan la división de bienes, la custodia y la pensión correspondiente.