Ricardo O’Farrill enfrentó uno de los momentos más difíciles de su vida en abril de 2023, cuando sufrió un brote psicótico derivado del abuso de sustancias durante la boda de su amigo Mau Nieto.
El incidente, que fue captado y difundido en redes sociales, marcó el inicio de un arduo proceso de rehabilitación tanto para él como para su familia, el cual relató en una sincera y conmovedora entrevista.
“Te puedo decir que me salvó la comedia, me salvaron mis amigos, me salvó mi familia y me salvaron los fans que desde el día cero dijeron: ‘Todo en orden’”, expresó el comediante a las cámaras del programa Ventaneando.
“Después de todo lo que había sucedido y todo el camino que había yo hecho, pues había de dos, era elegir de nuevo el placer para tapar el dolor o elegir el camino de afrontar las cosas y empezar a resolver la situación”, añadió.
En este sentido, el famoso expuso: “No te miento, fue un camino bastante largo, fue un camino bastante doloroso, pero se lo pude ofrecer en un inicio a las personas que estaban a mi alrededor y en ese proceso pude yo encontrar fortaleza para regalármelo a mí”.
De acuerdo con lo narrado por el influencer, el proceso fue extremadamente difícil, no solo por la desintoxicación, sino también por el trato severo que enfrentó durante su recuperación.
“Cuando te amarran, dices: ‘va, entiendo por qué me están amarrando’, ¿no? Es muy humillante, porque mientras te van sacando por el pasillo del edificio, los vecinos van viendo y tú gritas: ‘Vecino, ayude. Llama a la policía, vecino’”, relató.
“Pero lo más humillante es que la camilla no cabe de manera horizontal en el elevador. Entonces tienen que levantarla y te ves a ti mismo en el espejo. Y lo peor es que en el momento no te das cuenta y piensas: ‘¿Qué hice yo para estar aquí?’. Pero agarrarme a golpes, ahogarme, etcétera, es algo que no entiendo yo, ¿por qué lo hicieron las personas que lo hicieron?”, agregó.
A pesar de lo complicado de esta situación, O’Farrill comprende y acepta la elección de quienes optaron por distanciarse de él.
“Como adicto, tengo que reconocer que las personas que se alejan son un claro indicador de que hay cosas que no tienen retroceso. Cuando tú le pides perdón a alguien, lo que quieres es que te diga: ‘Sí’, para estar en paz y encuentras en esto que hay gente que no tiene la obligación de darte ese, perdón, de decirte: ‘Me asustaste, me hiciste enojar, me decepcionaste, y para mí se acabó estar contigo. O al menos así será por una muy buena cantidad de tiempo’. Y comprender eso ayuda muchísimo”, señaló.
Por último, confesó que el apoyo y amor de su novia, Cristina Alfaro, se convirtió en la mayor fuerza impulsora de su sanación.
“Estuvo para mí. Me ayudó a evolucionar como persona. Me ayudó en un inicio ofrecerle mi proceso a alguien para demostrar que era lo suficientemente valioso con ella. En algún momento le pusieron una carta desde la clínica que fue: ‘Quiero ser la persona que te merezcas. Y todo esto que está pasando no es normal, pero te garantizo que vamos a poder tener una relación normal’. Y tiempo después se siente bonito poder saber que gracias a esa gran motivación pude cumplir el objetivo, y no solo eso, sino seguirme sosteniendo”, finalizó.