Sally Kirkland fallece a los 84 años: Hollywood despide a una leyenda del cine, la televisión y el teatro

La industria del entretenimiento está de luto. Sally Kirkland, actriz, directora, productora y figura espiritual, falleció el 11 de noviembre de 2025 a los 84 años, dejando una huella imborrable en la historia del cine, la televisión y el teatro. Su deceso ocurrió a la 1:50 de la madrugada, en un centro de cuidados paliativos en Palm Springs, California, según confirmó su representante Michael Greene a medios como TMZ y Variety.

La actriz murió tras una larga batalla contra la demencia, agravada por infecciones potencialmente mortales y múltiples fracturas óseas derivadas de caídas recurrentes en el último año, incluyendo una en la ducha que le lesionó costillas y pie. En los días previos, había ingresado a cuidados paliativos, donde recibió atención 24/7, como se detalló en una campaña de GoFundMe lanzada por sus amigos para cubrir costos médicos tras la cancelación de su seguro suplementario por SAG-AFTRA en 2021 para miembros mayores de 65 años.

En sus últimos años, Kirkland enfrentó problemas de salud recurrentes, incluyendo caídas frecuentes que deterioraron su movilidad y calidad de vida, como una fractura de cuatro huesos en el cuello, muñeca derecha y cadera izquierda en noviembre de 2024, además de dos infecciones graves. A pesar de ello, se mantuvo activa en causas humanitarias y espirituales, ejerciendo como pastora ordenada en el Movement of Spiritual Inner Awareness, ofreciendo apoyo emocional a comunidades vulnerables, voluntariando con personas con VIH/SIDA, cáncer y enfermedades cardíacas, alimentando a personas sin hogar a través de la Cruz Roja Americana, participando en teletones para hospicios y abogando por presos, especialmente jóvenes. Su entorno más cercano organizó campañas de apoyo económico para costear sus tratamientos, reflejo del cariño y respeto que inspiraba en Hollywood y más allá.

Nacida el 31 de octubre de 1941 en Nueva York, Sally Kirkland fue hija de la editora de moda Sally Kirkland Sr. (de revistas como Life y Vogue) y del ejecutivo de negocios en metales de desecho Frederic McMichael Kirkland. Criada en Oklahoma, comenzó como modelo para Vogue antes de estudiar en la Academia Estadounidense de Arte Dramático, graduándose en 1961, y entrenar en el Actors Studio con Lee Strasberg y Uta Hagen. Inició su carrera en los años 60, participando en producciones teatrales de vanguardia Off-Broadway y como miembro de la Factory de Andy Warhol, donde apareció en el controvertido corto Las 13 mujeres más bellas (1964) en una escena desnuda. Antes de consolidarse en Hollywood, acumuló roles en cine experimental como Azul (1968) y Separación inminente (1969).

Su papel más reconocido llegó en 1987 con la película independiente Anna, donde interpretó a una exestrella checa que apadrina a una joven modelo aspirante a actriz (Paulina Porizkova). Por esta actuación, ganó el Globo de Oro a Mejor Actriz en un Drama, el Independent Spirit Award a Mejor Actriz Principal, el LAFCA Award a Mejor Actriz (compartido con Holly Hunter) y una nominación al Oscar a Mejor Actriz, tras una campaña grassroots que incluyó cartas a críticos y favores de Andy Warhol.

Entre sus trabajos más destacados figuran El golpe (1973) junto a Paul Newman y Robert Redford, JFK: Caso abierto (1991) de Oliver Stone, Los ángeles de Charlie (episodio de 1979), Roseanne (varios episodios), Días de nuestras vidas (recurrente como Tracy Simpson en 1999), así como La recluta Benjamin (1980), Juegos fatales (1984), Pies fríos (1989), Lo mejor de los mejores (1989), Revancha (1990), El juego de Hollywood (1992), EDtv (1999), Todopoderoso (2003), 80 por Brady (2023) y su último rol como ella misma en el indie Sallywood (2024), que explora su relación con un asistente personal.

En total, acumuló más de 250 créditos en cine y televisión a lo largo de seis décadas (1962-2025), incluyendo miniseries como La casa embrujada (1991), por la que recibió otra nominación al Globo de Oro, y apariciones en Se ha escrito un crimen, Felicity y Mentes criminales.

Además de su carrera artística, Kirkland fue maestra de actuación —con alumnos como Sandra Bullock, Barbra Streisand, Liza Minnelli y Roseanne Barr—, productora independiente y directora de cine. Fundó el Kirkland Institute for Implant Survival Syndrome en 1998 tras remover sus propios implantes mamarios, que casi le cuestan la vida durante el rodaje de Alta tensión (1989), para apoyar a mujeres afectadas por complicaciones similares. Su compromiso con el arte se extendió a la formación de nuevas generaciones de actores, y su labor como pastora espiritual, pintora y apasionada del yoga la convirtió en una figura de consuelo para muchos, incluso moderando un programa semanal en HealthyLife Radio Network.

En cuanto a su vida personal, estuvo casada brevemente con Michael R. Jarrett entre 1974 y 1975, pero no tuvo hijos. Le sobreviven su ahijado y cineasta Coty Galloway (Baily), tres primas —Brookie, Katherine y Tina Kirkland—, colegas del medio artístico y una comunidad espiritual que la consideraba guía y mentora.

Sally Kirkland deja un legado de pasión, entrega y autenticidad. Su partida marca el fin de una era, pero su obra —desde la vanguardia de los 60 hasta roles icónicos en blockbusters— seguirá inspirando a generaciones futuras. En redes como X, las reacciones no se hicieron esperar: “Devastada por la partida de Sally Kirkland. Era una actriz inolvidable y un ícono de la alfombra roja”, tuiteó un fan, mientras colegas la recuerdan como “la reina de los cameos inesperados y la vibra avant-garde”.