Colima.- Podría decirse que ir a un show del DJ Silverio es esperar que pase de todo, pero que pase de todo ya no es una sorpresa sino la constante.

«Pagaron para ver esto», dijo el originario de Chilpancingo, Guerrero cuando a la tercer canción comenzó a quitarse la ropa y quedarse en calzones rojos.

Silverio adoptó una imagen que parece una combinación entre músico norteño -botas, pantalón brillante de color oro, camisa con vivos color oro y una chaqueta igual de llamativa color oro – con el corte de cabello del personaje ‘Vitor’ interpretado por Adrián Uribe, además de un bigote prominente.

Los asistentes más entusiasmados eran los adolescentes, algunos parecían menores de edad y los jóvenes mayores de edad, quienes esperaron por más de 40 minutos, después de la hora programada (10:30) para que el DJ saliera al escenario del Auditorio Miguel de la Madrid, denominado foro alternativo Colimita, para la realización de conciertos.

El show de Silverio raya en lo ridículo y la estridencia. En éste parece haber una especie de complicidad en la que los asistentes permiten que los ofenda, que los llame de pendejos, perros, perras, aborígenes, los escupa y les lancé los mocos que salen de su nariz.

A cambio los asistentes le gritan ‘pito chico’, le mientan la madre y la lanzan vasos con cerveza o cualquier otro liquido.

Él, mientras se ‘desbarata’ con movimientos desordenados apoyado en la mesa donde tiene las mezcladoras. Brinca por aquí brinca por allá recorre el escenario bebiendo, metiéndose la mano en los genitales y escupiendo por doquier.

Su show se compone de canciones o mezclas electrónicas previamente grabadas, ya en el show solo pone play y se limita a seleccionar sonidos en medio de la canción que dan un poco de detalles particulares a las canciones.

Las letras de sus canciones solo son una frase que se repiten una y otra vez como: Tu casa es mi casa, esta canción la traigo todo el día, Baile del diablo, Fuga de Cerebros, Perros entre otros.

Silverio sabe que lo que importa es su estridencia y su vulgaridad.

En dos ocasiones jóvenes provocaron los reclamos del DJ cuando lanzaron vasos con líquido y provocaron que se apagara el sonido.

«¿Quién fue el pendejo?, ¿quién fue el pendejo?, ¿fuiste tú? – reclamó señalando a uno de los asistentes – entonces súbete aquí y arréglalo», después su asistente llegó y solucionó el problema.

Atrás de la mesa de mezcladoras el DJ tiene vasos rojos de plástico con bebidas que mientras avanza el show y su desnudez, bebe y derrama sobre su pecho y prominente abdomen.

El climax del show llega – los que lo conocen ya lo saben – cuando se quita la ropa y se queda en calzones rojos. Él sabe que ya tiene el control y no tiene empacho en decirle a las asistentes ‘perras chupo de todo’.

Entre canción y canción, y sus brincos, aprovecha para colocarse el micrófono en los genitales, tocarse los genitales, escupir a los asistentes y gritarles sus mejores ofensas, los jóvenes Centennials y Milennials poco les importa, ellos disfrutan del show de principio a fin.

Silverio, un show que raya en lo estridente y ridículo pero gusta

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Posted by Afmedios Noticias on Monday, May 20, 2019

 

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