En este artículo buscaré que puedas sacar el mayor beneficio, si en algún momento llegas a estar en una situación de infidelidad, para tener estrategias funcionales y salir adelante junto con tu pareja.
Hay quienes consideran que una infidelidad es cuando la persona piensa afectivamente en otra que no es su pareja; este pensamiento es más femenino que masculino.
El género masculino llega a considerar que no es infidelidad el tener relaciones sexuales una sola vez, sin embargo no se puede encuadrar o generalizar, ya que cada persona reacciona diferente, sea hombre o mujer.
Es importante saber que una infidelidad es de dos, ya que una relación se basa en ambos. Sin embargo, ante los demás, es más negativa la acción de quien genera la infidelidad que de quien la recibe. Se vuelve una postura de víctima y victimario haciéndose un círculo vicioso sin salida aparente.
La víctima caerá en la postura de “yo no lo merecía, pobre de mí”, buscará enjuiciar y etiquetar al victimario. El victimario caerá en un círculo de justificaciones, sin argumentos sólidos, por las cuales la infidelidad se llevó a cabo.
La infidelidad puede llegar a unir a la pareja, si los dos están de acuerdo en querer encontrar una solución de manera positiva, quitando cualquier agresión entre ambos.
Es importante tener en cuenta que detrás de una infidelidad existe una gran necesidad de ambos, misma que va muy vinculada con la parte de reconocimiento mutuo. Generalmente, antes de la infidelidad, ya se habrán notado rasgos de una comunicación poco funcional, se aumentarán las quejas y no habrá algo en común.
Si los dos quieren rescatar la relación, aquí te dejo estas sugerencias:
-Dejen a un lado el orgullo y vivan la emoción: ya sea tristeza, enojo, desilusión, esto les permitirá aterrizar más en la realidad.
-Hacer un listado de los motivos que propiciaron que tú o tu pareja realizara esa acción de cometer una infidelidad.
-Respeten cada uno su postura, ambos tienen oportunidad de exponer su sentir.
-Sean honestos consigo mismos, para hacerse responsables de lo que ya no estaban dando en la relación.
-Lleguen a una línea de aceptación, perdón, acto de conciencia. Es decir, decidan si están dispuestos a continuar juntos alimentando la relación y la razón por la que seguirán haciéndolo.
-Finalmente, es sano que la víctima trabaje con su seguridad y estabilidad emocionales, mientras que el victimario necesitará trabajar con su desorganización emocional y hacerse responsable de sus actos y consecuencias.
“Recuerda: quien te ama, no te lastima; aprende a perdonar y hazte responsable de tus acciones.”