El legendario intérprete español Raphael ha confirmado lo que sus seguidores esperaban con ansias: regresa a los escenarios. Con una ilusión inmensa, el artista anunció a través de sus redes sociales que el próximo 15 de junio retomará su agenda de presentaciones, tras varios meses de ausencia debido a complicaciones de salud. “Quiero devolveros, en forma de canciones, todo el cariño que me habéis dado durante este tiempo. Os quiero mucho”, compartió con emoción.
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El motivo de su alejamiento fue un diagnóstico devastador: linfoma cerebral, detectado en diciembre de 2024. El cantante se desplomó mientras grababa un especial navideño en el Teatro Príncipe Gran Vía, situación que inicialmente fue atribuida a un posible accidente cerebrovascular. Sin embargo, las pruebas médicas revelaron un linfoma cerebral primario con dos nódulos en el hemisferio izquierdo, una condición seria que afecta los linfocitos del cerebro y puede provocar síntomas neurológicos severos.
Raphael fue ingresado en el Hospital 12 de Octubre de Madrid, donde inició un tratamiento intensivo. Durante meses sobrellevó este desafío con entereza, respaldado por el cariño de su familia y el afecto incondicional del público.
No es la primera vez que Raphael enfrenta retos de salud. En 2003, el cantante se sometió a un trasplante de hígado debido a una hepatitis B crónica que deterioró gravemente su órgano. Esta experiencia transformó su vida y lo llevó a convertirse en un ferviente defensor de la donación de órganos. Desde entonces, no ha dejado de mostrarse agradecido y comprometido con su público, retomando su carrera con más fuerza cada vez.
Con más de medio siglo sobre los escenarios, Raphael ha dejado una huella imborrable en la música en español. Éxitos inmortales como “Mi gran noche”, “Qué sabe nadie” y “Digan lo que digan” lo han consolidado como una figura esencial de la balada romántica y la canción melódica. Su voz inconfundible, su interpretación apasionada y su entrega total en cada concierto lo han hecho merecedor de reconocimientos internacionales, incluyendo discos de uranio por ventas millonarias, una distinción reservada a muy pocos artistas.
En el plano personal, Raphael ha estado casado desde 1972 con Natalia Figueroa, con quien tiene tres hijos: Jacobo, Alejandra y Manuel. Su familia ha sido su mayor sostén durante sus momentos más oscuros, acompañándolo en cada paso de su recuperación.
